Portada > Opinión
Vota: +0

Entrevista a Gloria König, Directora Ejecutiva de la Fundación Víctor Jara

«Que ellos asuman la muerte de Víctor, que nosotros asumiremos su vida»

por Xavier Pintanel el 07/03/2010 

Gloria König es la Directora Ejecutiva de la Fundación Víctor Jara. Esta institución no es una Fundación al uso. No sólo preservan la memoria y la obra del trovador chileno sino que ejercen también una memoria activa. Dicho de otra manera, llevan a cabo lo que ahora estaría haciendo hoy Víctor de no haber sido asesinado.

Gloria König

 

Como muchas y muchos chilenos soy parte de una generación que creció con la música de Víctor Jara, que se formó con Víctor y sobre todo que de alguna forma fuimos capaces de mirar el mundo con una perspectiva de la sensibilidad de la sencillez a través de una figura tan importante en nuestro país como Víctor.

 

He trabajado muchos años con la Agrupación de familiares de detenidos y desaparecidos y en la Agrupación de familiares de ejecutados políticos en un esfuerzo sistemático y sostenido por sensibilizar, humanizar la figura de nuestra gente caída y dejar que no sólo sea una consigna o una fotografía.

 

En los años 80 cuando yo estaba en la Universidad estudiando teatro, iniciamos junto con Joan [Jara], con sus hijas y otras personas el trabajo de memoria con Víctor y dimos los inicios a los primeros Festivales Víctor Jara que tenían un espíritu y una raigambre muy poderosa en la cultura popular chilena. Eran un espacio de reflexión y de resistencia en esa época de dictadura. Éramos todos muy jóvenes, estábamos recién comenzando la Universidad, pero Víctor era una figura cultural y política muy consistente, muy coherente que nos daba un gran sentido a lo que estábamos haciendo.

 

De allí viene mi vínculo con Joan, con la Amanda y con Manuela. Trabajamos en esta época armando juntas estos festivales. Luego el camino nos llevó por distintas cosas pero siempre permanecimos vinculadas a propósito de esta necesidad de encontrarnos en esto tan potente que es Víctor Jara.

 

Después yo fui Directora de Extensión de una universidad y en ese minuto lo que hicimos fue crear juntos con Joan y con Patricio Bunster la carrera de danza. Y hace ya casi seis años Joan me pidió que volviera a la Fundación y que me hiciera cargo de la Dirección pues ella sentía que podíamos recorrer un camino importante por el cariño, por el trabajo conjunto.

 

La Fundación Víctor Jara

 

La Fundación es una institución que tiene muchas dificultades pero también tiene tremendas satisfacciones. Satisfacciones que van desde el encuentro con tanta gente en Chile con gente muy sencilla, con el pueblo chileno en este reconocimiento y en éste reconocerse con Víctor a través de la cultura. Tiene que ver con esta figura simbólica en la lucha por los derechos humanos en la cual yo he sido parte.

 

Primero definir una situación que es muy distinta a la mayoría de las fundaciones. Si bien es cierto que tenemos nuestro pequeño lugar donde recordamos a Víctor que tiene la nobleza de lo sensible, de la sencillez; la nobleza de los materiales… algo muy bonito que está hecho ahí.

 

Nosotros hemos guardado el poncho y la guitarra de Víctor como lugar central. Pero para nosotros más que la memoria, del recuerdo tiene que ver con una memoria activa, con la memoria viva. Y es allí donde hemos construido una fundación muy vital, fundación muy energética, yo diría muy apasionada por lo que hacemos.

 

Es un equipo de gente encabezado por Joan. Hemos sido una familia que ha ido desarrollando e impulsando este proyecto que tiene algunos elementos que para nosotros son fundamentales.

 

Tenemos una fuerte vinculación con el mundo popular chileno. Nuestra identificación, y en esto somos consistentes con el legado de Víctor, es con el pueblo, es con la gente que está más carente de acceso a la cultura, a la creación y a la reflexión.

 

Joan

 

Joan es una trabajadora más de la Fundación. Nada más lejano a la caricatura de un presidente de Fundación que va una vez al mes. No, ella está todos los días trabajando, todos los días recibiendo gente, es muy cariñosa con ellos y siempre tiene su minuto de encuentro.

 

Yo creo que ha superado incluso el hecho de ser la viuda de Víctor. No hay que olvidar el gran aporte que ha hecho a la danza chilena. De hecho, es parte de un grupo que lideró todo el movimiento de transformación de la danza en Chile. Ha sido la maestra por excelencia en Chile. Fue creadora del ballet popular, sacó la danza de las academias, la danza de los teatros y la llevó a las poblaciones, a los sindicatos y además durante muchos años ha sido formadora de quienes hoy día lideran el proceso creativo y formativo de la danza en nuestro país. Creó junto con Patricio Bunster —su compañero de trabajo y su primer esposo— la compañía de danza espiral en la cual también somos una gran familia. Allí está Manuela —desde que Patricio partió— y Marcelo Nilo. su compañero, músico chileno del grupo Schwenke y Nilo.

 

El Galpón Víctor Jara

 

Tenemos un espacio, creo que muy importante, que se llama el Galpón de cada está al lado de la Fundación. El Galpón es como una gran nave donde se realiza una actividad permanente de martes a domingo con musicales, danza y teatro. Hemos generado un modelo de gestión que es muy complejo pero que nos ha dado tremendas satisfacciones en lo que nosotros hablamos de rentabilidad social. Hemos generado un modelo de colaboración entre distintos grupos y le hemos dado un espacio para que ellos puedan irse desarrollando y de allá han salido grupos como la Banda Conmoción, Chico Trujillo, Juana Fe. Y ellos reconocen su raíz y siguen tocando allí siempre.

 

Pero además hemos hecho una alianza con organizaciones culturales, sociales y populares que puede generar un modelo de autogestión que les permita desarrollar sus iniciativas. Es así como se organizan tocatas y conciertos con distintas organizaciones y centros comunitarios, barrios populares, televisión comunitaria, que es donde nos parece necesario estar: producir este vínculo entre la comunidad artística y las organizaciones.

 

Y además transformarnos en un polo permanente de tiraje musical dado que ahí tenemos conciertos de martes a domingos. Por el Galpón pasan unos 20.000 jóvenes al mes. Y eso es un número conservador. Yo creo que hemos marcado una tendencia que se ha demostrado en esta persecución que hemos tenido por parte del Municipio de la derecha que es donde nosotros estamos enclavados. Nos han intentado clausurar ya cinco veces y hemos luchado sobre todo con la gente que reconoce un espacio de pertenencia y hemos apostado por la diversidad: la diversidad musical, la diversidad estética, la diversidad política. Pero sobre todo hay mucho movimiento juvenil. Es muy hermoso cuando uno va a la Fundación y ve la cantidad de gente joven montando cosas e instalando. Yo creo que eso le da un sentido de vida y de proyección que hemos querido sostener siempre desde la memoria de Víctor.

 

Por eso hablamos de una memoria activa, no sólo recordarlo sino una memoria que tiene que ver con hacer cosas, seguir haciendo cosas. Cosas para que efectivamente el mundo pueda ser más amable, pueda ser un mundo mejor.

 

Trabajo territorial

 

Nuestro otro eje tiene que ver con el trabajo territorial. Nosotros sentimos que hay que ir al territorio, hay que generar una política cultural. Ahí discrepamos de la política general que se ha instalado desde la Concertación y, que si bien ha habido una gran aumento en la cantidad de recursos públicos, en general hay una concepción dirigida al evento: vas a un lugar y desaparece, que es una parte importante —yo creo que la gente necesita ver, conocer— pero si no es una acción que es sistemática y que por otra parte no considera sujetos culturales a la misma gente, te vas quedando sólo en que las personas acceden a la cultura una vez cada mucho tiempo. Haces una actividad, le abres una ventanita y ya se acabó.

 

Nosotros aquí tenemos una apuesta política que es muy potente, que tiene que ver con entregar herramientas de capacidad de gestión a las mismas organizaciones. Entonces, en el territorio, estamos levantando programas de escuelas de gestión cultural. Hoy día hemos incorporado la televisión comunitaria que nos parece una herramienta muy importante. De hecho estamos a las puertas ya en marzo de inaugurar el primer Canal de Televisión Comunitario TV Víctor Jara que es un proyecto que ha resultado de una escuela que hemos desarrollado en la Fundación con un equipo maravilloso de gente y la idea es entregar al territorio la capacidad de gestión formando.

 

Es además un aprendizaje que va y viene, porque nosotros —que somos parte de los que damos las clases— aprendemos yo creo mucho más de lo que aprenden los alumnos. Y además hemos hecho un trabajo muy fuerte de talleres en la idea de que le gente pueda tener acceso a poder trabajar. Y ahí hay gente como Manuel García, que ha sido parte de nuestros seguidistas y Jorge Coulón, que es uno de nuestros profesores. Hemos hecho distintos seminarios donde hay muchos músicos, hay bailarines, hay actores que están dando permanentemente un trabajo que es fundamentalmente un trabajo de compromiso, de encontrarse con el sentido que tiene el arte y la cultura.

 

Niños inmigrantes

 

El trabajo con los niños inmigrantes es, hoy por hoy, uno los que más nos tienen más contentos. Es un trabajo muy difícil, porque hemos escogido trabajar por los más pobres dentro de los pobres, que son los niños inmigrantes. Hoy en día en nuestro país, por esos indicadores macroeconómicos que son bastante oficiosos en el contexto latinoamericano, se ha generado que haya una inmigración fundamentalmente económica de gente que ha llegado a nuestro país tratando de encontrar una posibilidad de vivir mejor. Y no siempre la inmigración implica vivir mejor, generalmente te encuentras en condiciones económicas muy deplorables.

 

Lamentablemente las sociedades no se hacen cargo a quienes acoge por lo tanto no hay salud, viven en condiciones muy complejas y por otro lado de mucho abandono ya que los padres y las madres que llegan a nuestro país trabajan de sol a sol, se desplazan a lugares muy distantes de donde viven. Por lo tanto los chicos quedan muy abandonados. Los han sacado de sus países, de sus lenguas, los ha sacado de su espacio físico, de su clima y han llegado a vivir a una ciudad que es bastante hostil con la población inmigrante.

 

Es hostil porque en nuestro país existe todavía un componente racista, totalmente equivocado por supuesto, que es injusto; porque si un país recibió la solidaridad del mundo fue Chile. Si hubo un país donde sus exiliados fueron acogidos en otro país fue Chile. Y Chile no ha devuelto la mano. No todos por supuesto, hay muchísima gente que es sensible y solidaria, pero en términos generales es un país que ha sido poco amable.

 

Entonces estamos trabajando con los niños y una vez más nuestra herramienta ha sido la cosa artística y cultural. Estamos haciendo las primeras Escuelas de Invierno Víctor Jara y este año ya hicimos la primera escuela de verano y estuvimos todo el mes de enero haciendo esta complicidad una vez más con los artistas. Los mismos artistas que tocan en el Galpón.

 

Pero sobre todo creo que generamos un espacio de amor, de amor con los chicos, de afecto. Ahí hemos hecho una triangulación de afectos, de trabajo. Somos los mismos con mucho cariño, con mucho compromiso.

 

Financiación de la Fundación

 

Las cosas se financian con mucha dificultad. Nosotros hemos hecho una opción como Fundación que yo sigo liderando que tiene que ver con no depender, con no tener ningún tipo de subsidio, ni privado, ni estatal. Lo que nosotros hemos hecho es concursar fondos públicos como cualquier hijo de chileno. Pero esto es junto y paralelo con tremendo trabajo de voluntariado que hace nuestra gente. El trabajo de los niños inmigrantes se sustenta principalmente en el equipo de artistas jóvenes maravillosos. Nosotros básicamente les podíamos facilitar materiales y el espacio, pero el trabajo lo han hecho ellos.

 

Piñera

 

Para nosotros siempre ha sido difícil, pero obviamente la sensibilidad que ha tenido la Concertación con nosotros evidentemente es distinta a la que puede tener Piñera. No hay que olvidar que Piñera pocos días antes de la segunda vuelta se reunió con los militares en retiro y se ha comprometido con ellos a agilizar y a terminar los procesos judiciales. Y en el caso de Víctor no se hecho justicia aún, no se ha establecido la verdad.

 

En el ámbito cultural la persona que ha sido nominada como próximo Ministro de Cultura —que es un actor de televisión, un hombre de derechas, joven—, ya ha señalado que el financiamiento debe ser privado y eso es una trampa peligrosa porque siempre lo privado tienen un cerco ideológico: definen qué es lo que quieren que se financie por lo que no nos no nos cabe ninguna duda que financiarán el Teatro Municipal, los grandes conciertos, la cultura más de élite. La cultura popular claramente a la empresa privada no le interesa porque no es rentable.

 

Memoria histórica

 

La memoria tiene que ver con la construcción del futuro, no es un mirar para atrás y quedarse sólo en la nostalgia. Yo tengo la convicción de que las sociedades puede ser más democráticas en la idea de efectivamente ser capaces de pararse haciéndose cargo de los dolores, de los horrores. No puedes pasar como si nunca hubiese ocurrido nada. Es la única manera de garantizar la democracia, de garantizar una convivencia más humana.

 

Justicia

 

Yo creo que la justicia es irrenunciable. El anhelo de justicia es un tema absolutamente necesario. Yo tengo la convicción de que sólo será posible que nuestra raíz pueda mirarse de frente si mira su historia. Y cuando uno mira la historia, con los horrores que en nuestro país se cometieron, necesariamente tienes que hacer justicia. Tú no puedes haber sido parte de un país que cometió terrorismo de Estado. Cuando hablamos de terrorismo de Estado hablamos de que fueron funcionarios financiados por el Estado, en recintos financiados con fondos públicos que hicieron el horror que hicieron. Aquí no fueron personas que actuaron a nivel individual, aquí fue una política de Estado, de exterminio.

 

Los asesinos de Víctor Jara

 

Nosotros vamos a trabajar para tener a los asesinos de Víctor identificados y presos. Nosotros vamos a seguir exigiendo eso. El cerco que hay todavía de protección y de autoprotección de los militares, que nosotros pensamos que se podía romper con la muerte de Pinochet, todavía no se ha roto. No depende de nosotros la aplicación de la justicia, pero sí depende estar permanentemente alertas y vigilando. Cada vez que se pretenda establecer la impunidad en nuestro país, nosotros vamos a salir a la calle.

 


Joan Jara y Michelle Bachelet velando los restos de Víctor Jara. Al fondo Gloria König.

 

Los funerales de Víctor Jara

 

Cuando Víctor fue sepultado el 18 de septiembre de 1973 se hizo sólo por Joan y un joven trabajador de la morgue que arriesgando su propia vida lo identifica. Éste llega a la casa de Joan, le avisa, ella alcanza a llamar a un gran amigo y van los tres y lo sepultan en una tumba que ella no conocía, en un cajón que compró su amigo. Una cosa muy dolorosa, sin sus hijas. Sola y sin flores, en un silencio terrible.

 

No sólo mataron a Víctor. Mataron a un país, sus amigos, sus círculos afectivos y sociales, todo se desarmó. A la gente la echaron de su trabajo, de las universidades, fue como una gran explosión…

 

Cuando el 4 de junio fue exhumado Víctor en una situación también tremendamente dura, dolorosa, muy árida —porque para nosotros la invasión periodística era muy brutal—, había que proteger también ese momento de intimidad para Joan y para Amanda y Manuela —finalmente sus hijas no habían podido sepultarlo. Ellas se iban encontrar por primera vez con el dolor que significa exhumar a tu padre. Empezaba a transcurrir el tiempo, no sabíamos nada, no había información, sólo teníamos las garantías que nos había dado el Director de Medicina Legal, el doctor Bustos, que estaba bien cuidado, que estaba protegido y en ese intertanto distintas personas, organizaciones, gente sencilla, común y corriente, dijeron: “vamos a hacerle un funeral a Víctor” y así fue como Joan, una vez más, aceptó devolverle Víctor a su gente, que es lo que ella ha tenido que hacer siempre.

 

Y lo que resolvimos fue hacer un funeral que tenía elementos que para nosotros eran muy importantes. Tenía que ser algo sencillo. Hay gente que nos proponía por qué no en tal lugar, en este. Pero Víctor era tremendamente sencillo por eso lo íbamos a hacer en su casa. Luego no iba a ser un funeral oficial, debía ser un funeral popular. Por ejemplo, muchos periodistas preguntaban cuál es el programa y nosotros contestábamos: no hay programa, esto es un funeral, que venga la gente que quiera. Más de 300 grupos tocaron de día y de noche y fueron pasando miles y miles de personas.

 

Lo tuvimos en el mismo cajón con el que fue enterrado la primera vez, que lo trabajó Manuela su hija mayor, ella lo limpió, lo pulió. Fue un gesto de amor muy especial. Fíjate lo que significa el cajón donde tu padre estuvo 36 años y pulirlo y limpiarlo amorosamente para prepararlo.

 

Envolvimos a Víctor en la manta que le había tejido Angelita Huenumán. Joan viajó mucho con esta manta. Ellas resolvieron que Víctor debería ser acogido amorosamente por esa manta tejida por las manos de Angelita. Así que Víctor descansa rodeado amorosamente de ese tejido chileno del pueblo mapuche.

 

Fue una peregrinación de dos días y dos noches algo que también tiene que ver con el origen campesino de Víctor. En el campo chileno la gente acompaña a sus muertos y les canta y les conversa y estás con ellos. De hecho Víctor, cuando era niño, acompañaba a su madre, que era cantora popular, a los velatorios. Creímos que eso era importante.

 

Fue un momento indescriptible difícil de traducir en palabras porque lo que se vive es intransferible. Había una cantidad de emoción desbordada, una cantidad de gente joven enorme que tiene que ver con esta conexión que la gente joven siente en términos valóricos, de consistencia y de ética con Víctor, no sólo a través de sus canciones sino a través de su forma de vida y de la forma de cómo enfrentó su vida y su muerte.

 

Tuvo momentos de recogimiento y tuvo momentos bellísimos además, donde nadie buscó protagonismo. La gente venía, tocaban los artistas, los más famosos con los menos famosos, el maestro Bravo trajo un piano, Isabel Parra cantó, Inti-Illimani también. Era un funeral de amor, un funeral donde todo el mundo pudo expresar todo lo que sentía. Vino la Presidenta, vinieron autoridades, pero vinieron en su calidad de personas. Nosotros no tuvimos un tratamiento especial con nadie.

 

Luego la sepultación fue algo impresionante, todas las calles de Santiago con banderas, gente lanzando cosas, cantando canciones de Víctor, agradeciéndole a Víctor todo lo que nos ha dado. Fue un funeral con muchas flores, fue un funeral con mucho amor, fue un funeral con mucha gente y además con la convicción de que Víctor ha sido sepultado sin verdad y sin justicia y en eso no vamos jamás a bajar la guardia.

 

Víctor Jara

 

Es muy difícil saber qué estaría haciendo ahora Víctor Jara pero yo creo estaría haciendo territorio, Víctor estaría experimentado muchas cosas porque era un hombre fundamentalmente revolucionario en esta cosa de cambiar. Cambiar la música, cambiar el teatro, ser parte de los movimientos sociales. También cambiar el mundo. A fin de cuentas, este mundo que a muchos no nos convence.

 

En eso creo que nosotros como Fundación debemos hacer un aporte, —lo estamos haciendo—, por ser coherentes con el legado de Víctor.

 

El Víctor era un hombre enamorado de la vida, de su mujer, amante de sus hijas. Hermano y compañero, trabajador comprometido, con un sentido del humor muy campesino también, amigo de sus amigos, militante comprometido con su partido, trabajando siempre. Víctor no alcanzó a vivir 40 años y yo no sé cómo hizo tal cantidad de cosas.

 

Que los asesinos se hagan cargo de su horror, tendrán que pagar por eso. Que ellos asuman la muerte de Víctor, que nosotros asumiremos su vida.






 
PUBLICIDAD
ARTÍCULOS DEL MISMO AUTOR
PUBLICIDAD

 

LO + EN CANCIONEROS.COM
PUBLICIDAD

 

HOY DESTACAMOS
Novedad discográfica

por María Gracia Correa el 03/04/2024

El jueves 14 de marzo Mayte Martín presentó en el Teatro de la Maestranza de Sevilla su nuevo espectáculo: Tatuajes. Se trata de una colección de joyas de grandes autores universales llevados magistralmente al territorio particular de la artista. Con este concierto y con el disco que lleva el mismo nombre, rinde homenaje a la canción de autor más global, a la que traspasa fronteras y conforma una parte primordial de la memoria sentimental de diferentes generaciones.

HOY EN PORTADA
Novedad discográfica

por Carles Gracia Escarp el 03/04/2024

Desde los veintiún años la argentina Carmen Aciar es una barcelonesa más, llegó para descubrirse en su arte por las calles de Barcelona, sumando sus propias historias desde que llegó en ese agosto de 2022 para habitar esta ciudad en sus incertidumbres, sus composiciones ya conforman su primer disco Historias mías.

 



© 2024 CANCIONEROS.COM