Juan Falú, Juan Iñaki, Ángela Irene, Juan Carlos Cambas, Los Visconti y Jorge Rojas fueron los artistas que participaron en la séptima luna de Cosquín, la del viernes 25. El homenaje a Daniel Toro fue uno de los momentos más emotivos de la noche.
Daniel Toro en la séptima luna de Cosquín.
© Paul Amiune
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Una luna más, es una luna menos para llegar al final del Festival de Folklore de Cosquín. Y mientras todo va fluyendo hacia el fin, siguen los artistas desfilando sobre el escenario Atahualpa Yupanqui.
A la séptima luna la abrieron Los Visconti. Y como parte de esto de tener todo un emblema del folklore sobre un escenario, nadie dejó que se vayan. Tampoco dejaron que se apague pronto el aplauso sostenido a Juan Falú. Maravillosa su participación, aunque corta y “galopiadora contra el viento” de los suspiros de las chicas de Rojas, que pese a la impaciencia, escucharon a su guitarra y su voz. Falú dedico Tristeza, de los ermanos Núñez “a todas las Maritas Verón del país” y se fue con El bien perdido, bajo una lluvia de aplausos. Contrario a Falú, el mal trago lo pasó la cantora Morena Paz, quien en medio de su actuación agradeció al gobierno nacional por el apoyo a los artistas. Recibió un abucheo tan grande como la ovación de Falú. El dúo Cacace-Aliaga, Daniel Argañaraz y Ángela Irene cumplieron con la difícil tarea de actuar antes que Jorge Rojas. Sin embargo con fuertes propuestas escénicas, consiguieron cautivar a una platea femenina que ya se impacientaba, a pesar de la pauta lo tenía al neuquino como numero central bien temprano.
A la una de la mañana apareció sólo con su guitarra y unas palabras acerca de la situación que se corre por estos días con las inundaciones en el Chaco Salteño, donde vive su padre y son él se crió. Río Hermano fue la canción elegida para cerrar sus palabras antes de que la garganta se topara con la emoción: “el dolor del hombre es grande cuando la fuerza de la naturaleza lo deja desamparado”, dijo. Luego, despachó un concierto en base a su último disco Uno Mismo para las fanáticas, que lo esperaban desde temprano. Lucio y Alfredo Rojas y una puesta en escena impecable acompañaron al autor de Mía.
En la misma noche, un Juan Iñaki inspiradísimo, que subió a cantar cerca de la 5 de la madrugada junto a sus comprovincianas Ariana Celiz y Mery Murúa como invitadas especiales, cerró su actuación con una versión de la Vidala del nombrador digna de ser recordada en este festival. Lástima el horario al que fue relegado, lo mismo que el riojano Pancho Cabral, quien subió un rato más tarde, junto al Trío MJC.
Coco Gómez y Claudia Vilte de Salta, La banda coplera, Diego Gatica, el Dúo Cacace-Aliaga, Nando el Salteño y el completísimo Juan Carlos Cambas que presentó el espectáculo Maestros y Referentes, con Juan Iñaki, José Ceña, Carlos Mancinelli, Alfredo Urquiza y el ballet Martín Fierro, la cantante portuguesa Dulce Pontés y el Dúo Gallego Bellón-Aceiras, también formaron parte de la abultada grilla del viernes 25 de enero.
La mayor emoción de la noche, sin embargo fue para alguien que, tan sólo con su presencia dignificó la noche: Daniel Toro, que llegó de la mano de su hija Daniela, acompañado de la Delegación de Salta. Más allá del homenaje que le brindaron los artistas sobre el escenario, la platea de pie coreando Zamba para olvidar fue el marco de un momento que quedará para siempre en la memoria.
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