Gerard Quintana: «El rock, de pronto, vuelve a tener sentido por su contenido y su actitud»

Gerard Quintana y Xarim Aresté: «El rock intenta ser una esponja de tu realidad que te envuelve». © Xavier Pintanel

Dos años de trabajo diario dan como fruto trece composiciones escogidas de un total de ochenta canciones embrionarias, dos años que le han permitido pulir hasta el más mínimo detalle musical y que convierten este CD en un conglomerado de energía y matices.

Tothom ho sap (Todo el mundo lo sabe), es un disco que llega después de unos años donde habías aparcado el rock que te dio a conocer y te juntas con Xarim Aresté (Very Pomelo, Maika Makovski, Sanjosex entre otros). ¿Cómo ha ido esta vuelta a este estilo musical?

Todo es siempre fruto de un proceso, no hay un desencadenante único, sino que confluyen diferentes factores que hacen que uno decida hacer un paso o una transformación, o en este caso, volver a los orígenes de la música que a mí me aceptó como músico. Así pues aquí se junta parte de un proceso hecho que yo me había propuesto, que era hacer tres (al final fueron cuatro) discos en solitario con un experimento en directo, en el cual podía viajar a espacios musicales donde no había estado nunca, que no me eran propios.

A la pregunta, ¿por qué ahora dejas de hacerlo? Durante estos discos en solitario he tenido un vínculo muy fuerte con la poesía, sobretodo contemporánea, que coincide de alguna forma con lo que hemos definido aquí en Europa como el "estado del bienestar", unos años en los cuales todo era incuestionable, como si hubiésemos llegado a la mejor manera, no había ni obreros, todos éramos ricos, y sí que busqué un refugio, porque precisamente creo que en esos tiempos la música había evolucionado como un espacio accesorio y decorativo y había ido desapareciendo del centro de la acción; la música siempre ha sido una herramienta, un transmisor, un catalizador, y cada vez había ido cayendo más cara a la pared como un papel pintado. Entonces buscaba un espacio de verdad, para mí la música tiene que tener verdad, sino no tengo "cojones" para salir a defenderla en un escenario. Con la poesía y los poetas encontré este espacio de verdad que había encontrado hace 30 años con el rock. Gente con una actitud desafiante en el sentido que la poesía no da de comer a nadie, es todo pasión, convencimiento, el buscar la verdad.

Y de golpe esta caída del bienestar. No ha sido como pensar, "veis como teníamos razón", sino pensar, "volvamos a las armas". Porque el rock que parecía que de alguna forma había quedado relegado como un espacio frívolo, de pronto vuelve a tener sentido por su contenido y su actitud. Supongo que todo esto suma, el hecho también de encontrar a Xarim durante la vuelta en los escenarios de forma puntual de Sopa De Cabra, conectar con él, sentir un vínculo y hacernos tan amigos hasta el punto de compartir piso es lo que acabó de decantar la balanza, porque el rock es un género de equipo, si yo solo me pongo a hacer rock no dejaré de ser un cantautor con una tesitura más dura. Hemos conseguido hacer un equipo, hasta en la composición, hecha a medias, y encontrar una banda muy cómplice, somos como una familia. Todo ha sumado para dar fruto a este trabajo.

Como más o menos comentabas, el rock es un estilo incisivo, que sirve muchas veces para quejarse de lo que pasa en la sociedad, no sé si vosotros en este disco lo utilizáis para esta finalidad, para quejaros de lo que pasa ahora mismo en la sociedad del mundo en esta época de crisis.

Intenta ser una esponja de tu realidad que te envuelve. Es inevitable, no sabes del todo lo que absorbes. Dicen que en un solo día podemos recibir tanta información que la que recibía nuestro bisabuelo en toda su vida, y de lugares que están a miles y miles de kilómetros. Más que quejarnos, el disco tiene un espíritu muy positivo, hay gente que me dice que es muy optimista, yo diría que es realista. Lo que hablamos en este disco denuncia, pero no se limita a tirar la piedra, sino que camina, quiere avanzar. Este sería el punto de vista.

Por ejemplo, La campana, sería la canción más reivindicativa, como si en una manifestación se pasaran el megáfono y cada persona denunciase un aspecto. También las canciones menos explícitas de reivindicación están cargadas con un espíritu crítico.

Tothom ho sap (Todo el mundo lo sabe), el nombre del disco, también tiene una connotación crítica, de queja. Explícanos qué significado le queríais dar.

Que todo el mundo lo sabe es la evidencia. Después seguramente la queja viene prácticamente implícita en el subconsciente de cada persona. La evidencia sería la realidad que está viviendo la gente, donde los ciudadanos somos simples votos o consumidores para los que mandan, nada más. Delante de esta evidencia ¿qué hacemos? ¿no pasa nada?. El título colectiviza de alguna forma y es una especie de toque, de decir, "¡Oye! Que lo tenemos más claro que el agua, no me digas que volverán a ganar las elecciones los mismos".

Gerard Quintana © Xavier Pintanel

En el disco encontramos 13 canciones de rock pero con un intervalo muy amplio de matices, de registros. Podríamos definirlo como un disco muy heterogéneo estilísticamente pero dentro del rock, ¿no?

Sí, el intervalo dentro del estilo es muy ancho, de hecho, los extremos están muy alejados. El rock es un estilo que te lo permite hacer. De todas las canciones encontraríamos en un extremo a El monstre nu (El monstruo desnudo), que roza el jazz pero de manera nada construido, y en el otro Figues de moro (Higos chumbos, tuna, nopal), únicamente grabado con una guitarra y nuestras dos voces, totalmente acústica. Entre estos dos extremos pasan muchísimas cosas y la gente que le gusta el estilo podrá jugar mucho a recuperar sonoridades que se encuentran en este trabajo. Hay gente que me dice: este tema me recuerda a tal pieza de tal artista, y ahora con la tecnología es un regalo poder escuchar música que llega de la otra punta del mundo el mismo día que el artista lo publica, antes teníamos que esperar meses en poder comprar el disco. Somos unos privilegiados de ser contemporáneos de esta época que vivimos. De este entusiasmo de descubrir tantas y tantas propuestas diferentes diariamente también es partícipe este trabajo.

En la portada vemos un guitarrista sin cabeza, ¿qué queríais expresar con la falta de este miembro del personaje de la portada?

En este trabajo nos hemos implicado al máximo, tanto que hemos puesto el trabajo por delante de nosotros, de hecho hemos hecho hasta la portada, la foto la hice yo en la cocina y todo lo que sale son cosas que encontramos por casa. Es como otra canción. Jugamos con discos que teníamos como referencia en todo el proceso. El que salga un pastel hace referencia a que se trata de una fiesta. El hecho que el guitarrista no tenga cabeza es una larga historia. Al principio, con esta conciencia de cambio de etapa yo buscaba un hecho que referenciara este cambio de etapa. Un hecho que cambió una etapa aquí en Occidente fue la Revolución Francesa, donde le cortaron la cabeza al rey. Yo buscaba un Elvis para cortarle la cabeza, con todo el respeto, que soy un gran admirador, pero nos despertaba un debate ya que es un símbolo y estás haciendo un sacrilegio para mucha gente. Afortunadamente no lo encontramos y al final encontramos un guitarrista que ya había perdido la cabeza. Que no tenga cabeza me parece ideal, de hecho no hace más que representar la música, la música popular en este caso. Esta allá encima, en la cima de la fiesta, encima de toneladas de mierda, de cosas pendientes de hacer y encima no se le supone ni inteligencia ni pensamiento, es puro decorado.

Hay muchas lecturas, yo veo muchas cosas, ¡hasta nos han dicho que la sombra que se ve al fondo es un tanque! Por eso pienso que la portada es como una canción, a mucha gente le vienen diferentes interpretaciones.

El disco salió a la venta en marzo, pero hace mucho tiempo que lleváis trabajando estas canciones, años, ¿recuerdas más o menos cuando os pusisteis manos a la obra?

Mira, lo hemos hablado con Xarim, y seguramente por esto nos parece como si fuera nuestro primer disco. Normalmente sólo tienes esta posibilidad con el primer disco, de no tener prisa en sacarlo, de agarrar un saco de canciones y trabajarlas, escoger... Después sueles tener un año o dos para sacar el siguiente disco, y con gira por medio. En este sentido las canciones que hemos hecho en dos años y medio, dos años largos, han sido más de ochenta, pero la semilla de algunos de estos temas igual tienen diez años, grabadas en maquetas que se habían quedado olvidadas, al escucharlo entre los dos uno veía cosas que el otro no había visto, y el fruto son canciones como El cim(La cima) o 1000 preguntes(1000 preguntas).

Desde el 2009 que no sacaba un disco, nunca había estado tanto tiempo, y juntamente con Xarim coincidimos en que nunca habíamos trabajado tanto en cada una de las canciones de un disco como en este caso.

El disco hace poco que ha salido pero ahora ya estamos empezando a ir hacia otro lugar, a pensar en un nuevo trabajo, son cosas que también hace el directo, es parte del proceso.

En las presentaciones en vivo qué podemos ver, ya que solo tenéis los trece temas del disco más dos bonus track que se pueden descargar en vuestra página web. ¿Cómo irá el repertorio? ¿Algo de Sopa de Cabra, Very Pomelo?

Ahora mismo estamos haciendo unas veinticinco canciones, depende también del tiempo que nos dan para tocar, pero nuestro concierto tipo esta entre las dos horas, dos horas y media. Repasamos prácticamente la totalidad de las canciones nuevas más una de los bonus track y a veces las dos, también hacemos un repaso de algunas canciones de mi trayectoria anterior en solitario, concretamente dos pero con una sonoridad mucho más rockera, y también canciones de Sopa de Cabra como por ejemplo L’Empordà o Si et va bé(Si te va bien). Y por último estamos haciendo experimentos con la gente, con una especie de jam o improvisaciones, o algún tema de Very Pomelo o de Xarim. Nos lo pasamos muy bien.

Pero es un repertorio abierto, intentamos que cada concierto sea diferente.

Tenemos muchas fechas cerradas para este verano. Y a partir del otoño tenemos pensado movernos un poco, estamos mirando ir a algunos puntos del Estado, también Londres, Dublín, puntos por Europa y nos gustaría mucho ir a Sudamérica.

Creéis pues que es una propuesta exportable al mundo?

Absolutamente. Por eso estamos moviendo cosas para poder tocar fuera de lugares de habla catalana, con toda la humildad del mundo pero llenos de entusiasmo. Como decíamos estamos hablando de un género que va más allá de los idiomas, creemos que es un trabajo que conecta con mucha gente amantes de este estilo musical que es el rock. Estamos recibiendo muchos inputs positivos, gente de fuera que nos envía mensajes o catalanes que viven fuera animándonos a visitarlos, y te ayudan a hacer de catalizador para facilitar los trámites.

Gerard Quintana y Xarim Aresté: «El rock es un género de equipo, si yo solo me pongo a hacer rock no dejaré de ser un cantautor con una tesitura más dura». © Xavier Pintanel