El artista onubense afincado en Madrid Jesús Márquez acaba de publicar su segundo disco en solitario bajo el título “Alegría de calle”, grabado en directo incluye temas propios y basados en poemas de Ángel González, José Hierro, Luis Felipe Comendador, Antonio Orihuela y Mariano Hernández de Ossorno entre otros poetas. Como en su anterior trabajo, en este disco está muy presente la poesía de Juan Ramón Jiménez, imprescindible en la obra de Márquez.
Escuché por primera vez al cantautor y músico de Moguer (Huelva) Jesús Márquez hace como diez años, una de sus canciones aparecía incluida el doble CD Café Libertad 8. El templo de la canción de autor, un disco mítico para los aficionados a este género. En él están representados grandes autores, la mayoría muy conocidos, otros no lo eran tanto en aquellos momentos. A algunos de los autores seleccionados no los había escuchado nunca, y entre los menos conocidos para mí estaba Jesús Márquez con Canción de amor para una diosa. Desde la primera vez que lo oí me impactó, era diferente, muy especial, y por eso empecé a buscar sus canciones, pero aún no había publicado nada en aquella época. No pude olvidarme de este cantautor que me pareció tan original y estuve pendiente de su trayectoria.
En 2008 publicó por fin un primer disco, que no dejó indiferente a sus seguidores, lo tituló con su nombre Jesús Márquez. Como imagen de portada eligió una fotografía sorprendente para quiénes están acostumbrados a una idea de cantautor preestablecida, Márquez es original en todos los aspectos. En este disco incluyó doce canciones de diferentes autores, además de temas propios. A través de esta selección de temas reunidos bajo su nombre artístico, Jesús Márquez exhibía su diversidad, su calidad artística, su origen sureño bien marcado, la maestría de sus guitarras y una voz inconfundible.
Después de aquel disco no volvió a publicar, supe que colaboró como músico en el disco 8 Voces y un Destino de Laura Granados, de hecho su imagen aparece en el videoclip de presentación del mismo, donde Laura Granados y Zenet interpretan con una magnífica puesta en escena la canción: Ni regalao; una imagen muy icónica la que nos deja en el vídeo Jesús Márquez, varios primeros planos con su guitarra eléctrica en las manos, que es una de las señas de identidad más evidentes del artista.
En 2015 Jesús Márquez publica su segundo disco: Alegría de calle, que contiene temas propios como: Estrella flipante y María, canción que cierra el disco y que es interpretada en castellano y en italiano para sorpresa de sus oyentes, y en el que pone voz, y en muchos casos también música, a textos de poetas como Luis Felipe Comendador con La traición hace el triángulo, Mariano Hernández de Ossorno con: La boticaria de guardia y La nieve es fría, Santiago Gómez Valverde, autor de Canción de amor para una diosa incluida en su primer disco, con: La mujer más hermosa de mi vida. De Antonio Rodríguez incluye: Amiga y Haciendo eses, y de Daniel Macías, autor de una de las canciones más llamativas de su primer disco: Ciudadano Daniel, ciudadano nadie incluye en este trabajo: El chiringuito "Sevilla".
Jesús Márquez.
© Eva Cabezas «Litlle»
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El disco comienza con una demostración de su maestría con la guitarra, instrumento con el que introduce su primer tema: Haciendo eses (Antonio Rodríguez/María Morales), tras este tema inicial da paso a Tu amor es Light (Manuel Reyes/Paco Ortega). Estas canciones junto a Dime, a mí personalmente me trasladan a aquellas del rock sureño que tanta importancia tuvieron en la historia de la canción de autor del Sur, canciones pegadas al ambiente de la calle, al asfalto sevillano, onubense o gaditano. Llama la atención la interpretación de una canción tan emblemática como Dime (Juan Manuel Flores/Manuel Molina), en una versión muy propia, pero que inevitablemente transporta al barrio de Triana, a Lole y Manuel, quizás esta canción representa un homenaje de Márquez a estas dos grandes figuras de la música popular en Andalucía.
Este comienzo, podría llevar a creer que se trata de un disco basado en canciones "canallas", por los sonidos de la calle, por el aire "urbano" que acompaña a sus melodías y a su interpretación. Sin embargo a lo largo del disco Jesús deja constancia de su gusto por la diversidad, de su admiración por los poetas, hace suyas las canciones de la manera más respetuosa, con un estilo muy propio en el que las guitarras son coprotagonistas junto a una voz y una manera de interpretarlas absolutamente original, dando como resultado un disco extraordinario.
Hay que destacar que un referente fundamental en el trabajo de Márquez es el poeta universal de Moguer, Juan Ramón Jiménez, incluye en este disco dos canciones basadas en sus poemas, Retorno fugaz y Música en la sombra:
"Oyendo la lluvia te escribo
esencia de viejos idilios
me atraen instantes tranquilos
te acuerdas el campo florido
pintaban tus ojos benditos
alegres estampas los míos
centraban te acuerdas lo mismo
que soles en tu alma delirios…
Oyendo la lluvia te escribo
pensé que tu pecho era el mío..."
Estos versos de Juan Ramón Jiménez unidos a la música y a la voz de Jesús Márquez invocan la melancolía, el recogimiento, la añoranza en tardes de otoño. Música en la sombra fue una de las canciones que descubrí al buscar al cantautor, hace ya muchos años, y que me convenció de su dimensión artística.
Otra de las canciones del disco que más me han impresionado es Vida (José Hierro/ Santiago Gómez Valverde), una canción redonda, con gran significado. La voz de Márquez hace que esas estrofas persistan en la memoria mucho tiempo después de haberla escuchado:
"Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito "¡Todo!", y el eco dice "¡Nada!".
Grito "¡Nada!", y el eco dice "¡Todo!".
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada."
Del poeta Ángel González aparecen dos canciones, Autorretrato de los sesenta años y Eso era amor, ambas musicadas por Paco Ortega. La primera de ellas es una de las que más me ha emocionado del disco, es un poema corto, una canción que con sólo dos estrofas exhibe una enorme profundidad:
"Si yo tuviese ahora veinte años menos de los que tengo ahora,
sería aquel que en 1965 se decía:
Si yo tuviese veinte años menos de los que tengo ahora,
sería aquel que en 1945 se decía:
Si yo tuviese veinte años más de los que tengo ahora..."
Jesús Márquez no se olvida en este disco del compromiso social que conlleva la canción de autor y así incluye Rojita y negra, sobre un poema de Antonio Orihuela musicado por él y que dota de gran frescura al interpretarla de la manera más natural, únicamente con su voz y su guitarra. Del mismo autor encontramos en el CD: Caerá la tarde. Hay temas que son universales e intemporales y con la inclusión de Rojita y negra en el disco, Jesús nos muestra su faceta de artista comprometido con el entorno social:
"El que pase por mi puerta
blanca de cal la verá,
si por dentro es roja y negra
yo no la voy a pintar…
…mientras haya pobres en el mundo
rojita y negra será,
roja y negra la banderita,
rojita y negra siempre será
la banderita de la libertad…
son los colores del luto
y de la pena amordazá
son las señas de mi clase
y mi condición social..."
Paco Ortega y Jesús Márquez.
© Eva Cabezas «Litlle»
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Alegría de calle es un disco grabado con muy pocos medios, en los Estudios Musigrama de Madrid, en él podemos disfrutar de Jesús Márquez en estado puro, con sus guitarras y sus canciones, no necesita más este artista para manifestar su grandeza, para demostrar que la canción de autor tiene muchos colores, pero siempre con un denominador común, poesía y música con sentido, con mensaje, con unos textos que en su conjunto ofrecen un panorama vital, los sentimientos personales no ocultan el sentir social, el de la calle, el de los poetas que Jesús trata con tanto respeto y sensibilidad.
Llevaba muchos años esperando que Jesús Márquez volviera a regalarnos un nuevo trabajo, ahora que lo tengo en las manos no me canso de escucharlo, porque el disco para mí es una joya donde el cantautor se expone en todas sus facetas, desde la más "canalla" hasta la más comprometida y sensible. La publicación se merecía haber tenido muchos más medios, es una lástima que no disponga de ningún tipo de marketing ni promoción, que unos textos tan maravillosos no hayan podido ser incluidos en un libreto. Tiene toda la razón el cantautor y productor Paco Ortega cuando en la presentación del disco dice que si no fuera porque la industria de la música ha muerto hace tiempo, Jesús Márquez habría atravesado el muro que separa al artista del "gran público" como una tuneladora.
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