Es muy fácil olvidar
Es muy fácil olvidar los tiros de gracia en el alba gris.
Es muy fácil olvidar las miserias en bandada.
Es muy fácil olvidar el color de la camisa
que llevaba el individuo que ahora está de espaldas al sol.
Es muy fácil olvidar quién hay bajo los uniformes,
qué manos empuñan las armas que nos tendrán que proteger.
Es muy fácil olvidar que ellos aún dictan normas,
mueven los hilos desde las sombras y rigen nuestros destinos.
¡Ponga el olvido en su vida!
¡La moda no exige, no se quede out!
Los tengo por tallas y hechos a medida...
¡Déjese de sueños, no sea incauto!
El mundo no avanza, solo gira y gira,
la sangre seca vuelve a manar.
¡Expulse la memoria
y verá
como se repite la historia!
Es muy fácil olvidar que la calle no nos pertenecía,
y que aún ahora nos permiten salir a ella solamente cuando les conviene.
Es muy fácil olvidar que creímos en la utopía,
cuando nos sentimos tan bien enganchados a la pantalla.
Es muy fácil olvidar que nos toman el pelo,
nos explican lo que quieren y nos esconden la verdad,
y aceptamos que el negro es blanco sumisamente...
Hace tanto que nos acostumbran a ello que ya no nos sorprende.
Es muy fácil olvidar que el imperio se fortifica,
que nosotros somos la mancha en su pulcro expediente
y que con amabilidad, poco a poco, paso a paso,
nos distraen de la agonía alzando castillos de viento.
Es muy fácil olvidar a los que dieron la vida
para que el mundo fuera diferente, para no tenerse que esconder.
Un cadáver en un agujero ya no molesta, ya no grita...
¡Es tan fácil olvidar que es muy fácil olvidar!