Cartas sobre la mesa

Ya están las cartas sobre la mesa,
ya no hay recelo que enmascarar,
ya no es tu cuerpo un perro de presa
ni una promesa nos puede parar.

Ya están escritas todas las respuestas
aunque la pluma la mueva el azar.
Hoy es jornada de puertas abiertas,
llega el momento de la verdad.

De la verdad, por cruda que sea.
De abrir la herida sin miedo al dolor
y confesarte que yo no soy buena
aunque tú no eres mucho mejor.

De despejar el rincón de la duda
y abrirle vías al corazón.
De ventilar y sacar la basura,
hacer locuras y parar el reloj.

Se han alterado las reglas del juego,
hay que arriesgarse sin miedo a perder.
Sólo se quema quien juega con fuego
y somos materia sensible de arder.

Solos, tú y yo, frente al tablero.
Ambos sabemos que debemos jugar
y que las piezas las mueve el deseo.
Llega el momento de la verdad.