Tan diverso como encendido para abrazar desde formaciones distintas un abanico de géneros, Raly Barrionuevo celebró anoche su primer teatro Ópera en solitario con un festivo recital de casi tres horas en el que ratificó su carácter de artista único de la escena local.
Abrazado a diferentes guitarras (eléctricas, criollas y acústicas) y con una voz cada vez más precisa, Raly vibró de la chacarera al rock, de la cumbia y la guaracha a la canción y del reggae a la zamba, en un tránsito de inalterable coherencia y sentido compromiso.
El cantautor argentino Raly Barrionuevo despedirá el jueves 21 a las 21 en el teatro Opera de Buenos Aires la gira nacional, pero esta suerte de consagración solista no lo desvía de la intención de "ir forjando espacios independientes", según advierte.
Mate en mano y sentado en la cocina de la productora del barrio porteño de Villa Ortúzar que maneja su agenda de recitales, el folclorista confiesa que "le gustaría traer la Peña Trashumante a Buenos Aires, a un lugar como el estadio Malvinas Argentinas que es el espacio más parecido al Atenas de Córdoba donde la hacen frecuentemente".
Ante un teatro porteño Vorterix colmado de público, el trovador santiagueño Raly Barrionuevo reinició la gira de presentaciones de su octavo álbum Rodar y ratificó un andar estético signado por una identidad folclórica que se cultiva en absoluta libertad.
Hijo de madre campesina y docente y él mismo integrante del Movimiento Campesino de Santiago del Estero-Vía Campesina, una pertenencia asumida con naturalidad y sin alardes de ocasión, el músico, de 40 años, dedicó su más reciente disco Rodar a los caminos.
El trovador santiagueño retomará el jueves a las 19:00 la gira de presentaciones de su más reciente álbum "Rodar" al que, pese a sus variaciones rítmicas, define como un disco folclórico. "Si no me paro en ese cimiento, lo mío sería un castillito de arena", afirma.
En busca de señales capaces de definir una estética que lo convirtió en una de las expresiones salientes de la música nativa, indica que "por ahí la potencia que alcanzo tocando Chacarera del exilio no sé si la tengo en la versión de Hasta siempre por más guitarra distorsionada que utilice".
Con la extraña virtud de atravesar estéticas, épocas y formatos tímbricos sin perder identidad ni corromper marcas de género, el cantautor argentino Raly Barrionuevo presentó en el Teatro Coliseo su noveno álbum, Rodar, que ejercita esa destreza con un sonido electroacústico y, a la vez, afín a su origen musical.
Las doce canciones compuestas para Rodar no alcanzaron para cubrir la generosa extensión de cada concierto del santiagueño, que añadió un prólogo y un epílogo con trabajos previos.
El cantautor Raly Barrionuevo, referente de un folclore testimonial, popular y atravesado por sonoridades diversas, está acompañando el lanzamiento de su octavo álbum solista denominado Rodar que este mes traerá al Coliseo porteño y al que define a partir de sensaciones ligadas a la madurez y a la tranquilidad.
Desde la localidad cordobesa de Unquillo donde está radicado, el trovador santiagueño considera que “Rodar es una apuesta nueva y lo importante es que quedaron unas canciones con letras escritas desde otro lugar diferente, quizás porque estoy escribiendo cuentos también”.
La cantautora Judit Neddermann y el guitarrista Pau Figueres presentan un nuevo álbum conjunto, con doce canciones en castellano, catalán, portugués y francés, grabadas en directo en estudio. Entre ellas, una nueva versión de Vinc d’un poble con Joan Manuel Serrat y temas originales que combinan pop, folk, jazz y música popular brasileña.
El cantautor chileno Patricio Anabalón lanza el single Danza con la participación de Silvio Rodríguez, en una obra producida por Javier Farías y enriquecida con los aportes del Cuarteto Austral, Felipe Candia y otros destacados músicos e ilustradores; en un encuentro generacional de la canción de autor.
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