Jota
Adiós, plátano de olor,
adiós, hermoso racimo.
No sabes con qué dolor
me ausento de tu cariño.
Ayer pasé por tu casa
y la casa estaba sola.
Las gallinas se asustaron
y el gallo arriscó la cola.
Cuando más pesares tengo
canto con más alegría,
porque los mismos pesares
me sirven de compañía.
Yo siempre he sido y seré
amiga de la esperanza.
Yo siempre estoy en mi ser,
para mí nunca hay mudanza.
Autor(es): Berta Vargas