Merenson
De tanto quererte, de tanto,
tal vez me quedé sin abrazos,
y de tanto andarte buscando
acaso te estoy olvidando.
De tanto quedarme en tu cuarto
colgada entre cuatro paredes
parezco tan sólo un retrato
o tu colección de papeles.
Y de tantas ausencias
sólo queda tu sombra,
se gastó ya tu esencia,
tu perfume, tu aroma.
Te volviste recuerdo,
un asunto pasado,
un fantasma sin cuerpo,
o tan sólo un espanto.
De tanto quererte, de tanto.
Autor(es): Ignacio Izcaray