Cadaveria
Soy la voz
del miedo y del adiós,
yo soy principio y fin,
soy frío y calor.
Yo soy el príncipe de toda soledad.
Sígueme,
no hay nada q perder,
si quieres ser feliz
podemos construir
algunos puentes mágicos a otro lugar.
Yo soy el miedo a envejecer,
soy partida de ajedrez
que tu alma juega
por ser inmortal.
Ven a mí,
el cielo te puede esperar,
rézame y no morirás,
el dolor de perder lo que se amó
se escurrirá si te entregas al fin...
A mí.
Soy la paz,
soy guerra y al final
soy lo que pienses tú,
amor, llanto y dolor.
Soy la manzana envenenada del edén.
Entra en mí,
te llevaré a un lugar
donde se esconde el mal,
donde las lágrimas
son prisioneras y su cárcel es el mar.
La vida es sólo una ilusión,
un espejismo del dolor,
que el sueño eterno
hará cicatrizar.
Ven a mí,
el cielo te puede esperar,
rézame y no morirás,
el dolor de perder lo que se amó
se escurrirá si te entregas al fin...
A mí.
Ven, recuéstate en mí
y el dolor se dormirá.
Entrégame tu alma,
ven y ahógate en mí.
Te llenaré de ausencias
los recuerdos del ayer
para asesinar nostalgias
de tu ser.
Yo te doy
la eterna absolución,
te libro desde hoy
de todo tu pecar.
Invócame, porque
la santa muerte soy.
Ven a mí,
el cielo te puede esperar,
rézame y no morirás,
el dolor de perder lo que se amó
se escurrirá si te entregas al fin...
Ven a mí,
el cielo te puede esperar,
rézame y no morirás,
el dolor de perder lo que se amó
se escurrirá si te entregas al fin...
A mí.
