
Yo sacaré lo que en el pecho tengo
Y si decís de mí blasfemia, os digo
que el blasfemo sois vos:
¿a qué me dieron para vivir
en un tigral, sedosa ala,
y no garra aguda?
¿o por acaso es ley que el tigre de alas se alimente?
Bien puede ser: de alas de luz repleto,
Darase al fin de un tigre luminoso,
Radiante como el sol, ¡la maravilla!
¡Apresure el trigal el diente duro!
Nútrase en mí: coma de mí:
en mis hombros clave los grifos bien:
móndeme el cráneo.
¡Y, con dolor, a su mordida en tierra
caigan deshechas mis ardientes alas!
¡Feliz aquel que en bien del hombre muere!
Autor(es): José Martí, Sara González