
Como una sola voz
Fue tan hermoso regresar a la cosecha
después que el tiempo mejoró las madrugadas.
Qué bueno ha sido despertar
sobre la almohada que soñé
cuando el amor y la canción nos esperaban.
Hay que cantarle un homenaje a la sonrisa
de aquel ancestro soñador;
en la garganta dejó su pétalo mejor
para que hiciera florecer
alguna vez el corazón y la esperanza.
Cantar, cantar, cantar
con la necesidad de la primera vez.
Cantar, cantar, cantar
para llegar a ser como una sola voz.
En cuanto sabe a realidad la maravilla
de aventurarse a ser canción y a ser guitarras
late la prisa por amar
y el corazón se vuelve un mágico volcán
que arranca el grito de esperanzas.
Autor(es): Pepe Ordás