
Pequeña carta al corazón
¿Qué ha sido de tu voz y de tu vida corazón?
¿Y del cristal donde frágil tú caminas por amor?
Si caminando te perdiste en la arena
de la más fría razón
y cuando más te busqué borraste las huellas
y te fuiste con miedo al dolor.
¿Cómo podré saber cuando termina corazón?
Si nunca puse precio ni medida al amor.
Si caminando repartí tanta inocencia
olvidando que a nadie importa el interior
y que el precio hoy va pegado a cuanto sueñas
y que al mundo no le importas tú, ni yo
corazón. ¡Ay! Corazón.
Por eso aguanta compañero las heridas
con amor corazón
y recuerda no hay crepúsculo sin día,
ni mañana que no alumbre sin el sol.
Y ve de prisa ayuda pronto a cuanto vuela,
y despierta a mi niño en su rincón
y rescata con un canto la belleza
y no esperes que te aguardo corazón,
ya no esperes que te aguardo corazón,
y no esperes pues te aguardo corazón.
Autor(es): Christian Benítez