Dos que ya no cambian
Mi corazón yo estamos solos,
cansados de seguir mintiéndonos.
Un par de ilusos, creo que somos, mi corazón y yo,
a los que no les va bien en el amor.
Un caballo sin jinete, un mar sin olas,
como una tarde sin sol y sin palomas,
mi corazón y yo, los dos, siempre apostamos
a que cada día no sea igual a tantos,
igual a tantos más, igual a tantos más,
un sueño equivocado,
distinto al que soñábamos los dos.
Somos viejos desconfiados, mi corazón y yo,
no nos une la esperanza, sólo el temor,
y así vamos los dos, andando por andar,
apostando a cada día, sin conseguir cambiar.
Un caballo sin jinete, un mar sin olas,
como una tarde sin sol y sin palomas,
mi corazón y yo, los dos, siempre apostamos
a que cada día no sea igual a tantos,
igual a tantos más, igual a tantos más,
un sueño equivocado,
distinto al que soñábamos los dos.
Somos viejos desconfiados, mi corazón y yo,
no nos une la esperanza, sólo el temor,
y así vamos los dos, andando por andar,
apostando a cada día, sin conseguir cambiar.
Mi corazón y yo.
