
Compañera
Una esfera de versos fugaces
galopando en la espalda de Ucanca,
describiendo un espacio vital.
Y desnudos de tiempo y rutina,
sorprender el abrazo tardío
que en la tierra derrama el volcán.
Compañera,
no dejemos marchar la hermosura,
y corramos al centro del sol
en un viaje de luz innombrable
dibujado con voz de canción.
Compañera,
no dejemos marchar la hermosura,
nos espera el amor de un volcán
palpitando una sed de grandeza
que en su sombra feroz volcará.
Acaricio la piel de la luna
mientras pongo una espiga en tu pecho
y dibujo la sed natural.
Y acaricio su surco de estrellas
mientras dejas atrás las angustias
y me abrazas con voz de paz.
Autor(es): Pedro Guerra