
El infierno que amamos
No juegues con fuego, te puedes quemar,
ya decía un viejo refrán.
Todo lo prohibido siempre atrae más
sin importar las consecuencias.
Comienza el juego y aquí estoy,
sin comprender el porqué,
Me ha tentado el destino,
he cruzado el camino y no puedo volver.
Vos estás igual que yo,
sin entender la razón
de haber tentado al destino,
haz cruzado el camino y no encuentras perdón.
Tu mirada te delata
y la traición que ayer odié
hoy se convierte en jugada
para mantenerme en pie,
en el infierno que amamos.
Lujuria y avaricia, vicio y tentación,
al alcance de nuestras manos
todo tiene un precio, nada es gratis hoy
te espera la cuenta en el infierno, ya verás.