Eje de infinito orden
Se repetirán
las puertas mientras duerma
y tú después
me vas a convencer de despertar
para intentar huir.
La continuidad
de una carretera circular
vuelve sobre si misma
y tu señal
se va desvaneciendo.
Retumba en las cornisas del invierno
tu sonrisa congelándose.
Las palomas que hubo en ella se hacen hielo,
en vuelo van quebrándose.
Caen cual cuchillos afilados
como espejos encerrándome.
Caen cual cuchillos afilados
como el vértigo adueñándose
de un corazón.
Sólo para hablar
la voz se vuelve
un hilo de cristal
que se parece al frío de gritar
entre los azulejos.
Autor(es): Manuel García, Mario Villalobos
