Hermano santiagueño
En un monte muy tupido
Hay un ranchito pequeño
Esperando que vos regreses
A tu pago santiagueño.
Se quejan los mandolines
Porque los vas olvidando,
Esperan de tu llegada
Para salir festejando.
Los bombos poco retumban
Olvidarte no han podido,
Los cueros se resecaron
Todo se enhiesa al olvido.
La luna, farol del gaucho,
Me alumbra con su reflejo.
Venimos a consolarte
Yo voy tirando pa´viejo.
Guitarras que se callaron
En las cajas vidaleras.
El Hauyra las balancea
Colgadas bajo la higuera.
Si vieras el miskimayo
Como riega los sembrados
Y a punta, desparramando,
Por esos campos salados.
Lloran tristes los violines,
Ellos están doloridos,
Extrañan la chacarera
De tu Santiago querido.
