
Mi condena
Es mi condena por vivir pensando en ti,
no sé lo que hago por vivir pensando en ti,
no es un capricho, es mi condena,
y no hay manera que te alejes de mí.
No hay manera que te alejes tú de mí.
Hoy de regreso caminando hasta mi hogar,
en el camino justo me vine a encontrar
aquella rosa que tú querías,
que dulcemente yo te la iba a regalar.
No hay manera que te alejes tú de mí.
Tú te quedaste llorando, cuando me alejé de ti
y mi corazón sangrando, sin ti yo no sé vivir.
Tú te quedaste llorando, cuando me alejé de ti
y mi corazón sangrando, sin ti yo no sé vivir.
Tú te quedaste llorando, cuando me alejé de ti
y mi corazón sangrando, sin ti yo no sé vivir.