La escalera
En el principio coqueteaban como aves en libertad
Ella una frágil golondrina, él un gran pavo real
Se trabajaban un idilio de miradas al pasar
Un alfabeto de sonrisas telepático y astral.
Él era un seductor, ella era un cuerpo en flor
Era el amor, era el amor.
Pasaron juntas tantas noches como tiene la estación
Acariciando sus rubores, patinando en el sudor
Se devoraron uno al otro con frenética pasión
Se deleitaron con la fiebre y con la sed de la atracción.
Se prometieron más que la fidelidad:
Era el amor, era el amor.
De tanto fuego y tanta carne, lindo asado se sirvió
Llegaron críos y pañales y ternura y algodón
Y las miradas se cruzaron y ese código cambió
Y el alimento fue cosecha de otro tipo de sudor
Él un trabajador, ella una madre en flor
Era el amor, era el amor.
Esa mágica escalera a la eternidad
Uno sube hasta donde puede amar.
El pavo real cambió las plumas y la golondrina igual
Papá y mamá trabajan tanto que no pueden ni charlar
Asado frío en la heladera, ya no hay hambre, ya no hay sed
Están pensando separarse porque así no puede ser.
Cuál será la razón que un día los unió
Era el amor, era el amor.
Hoy ella sube sus peldaños alfombrados de moquete
Y él taconea en soledad sus escalones de parquet
Los chicos tienen dos hogares, dos maneras de vivir
Las escaleras paralelas que comienzan a subir.
Una separación a veces
Es mejor para el amor.
Esta es la historia más común y repetida por aquí
No es nada alegre, nada triste, nada pasa porque sí.
La vida sigue y uno aprende que no sabe ni vivir
Que hay por delante una escalera
Y que la tiene que subir
Y en cada escalón se juega el corazón
En el amor, en el amor.
Esa mágica escalera a la eternidad
Uno sube hasta donde puede amar
