Raúl Lavié

Sabina, Director Nacional De Inventarios


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Tenemos memoria, tenemos amigos, tenemos los trenes, la risa, los
bares, tenemos la duda y la fe, sumo y sigo, tenemos moteles,
garitos, altares. Tenemos urgencias, amores que matan, tenemos
silencio, tabaco, razones, tenemos Venecia, tenemos Manhattan!
tenemos cenizas de revoluciones. Tenemos zapatos, orgullo,
presente, tenemos costumbres, pudores, jadeos, tenemos la boca,
la lengua, los dientes, saliva, cinismo, locura, deseo. Tenemos
el sexo, el rock y la droga, los pies en el barrio y el grito en
el cielo, tenemos Quintero, Leon y Quiroga, y un "bisnes"
pendiente con Pedro Botero. Tenemos un as escondido en la manga,
tenemos nostalgia, piedad, insolencia, monjas de Fellini, curas
de Berlanga, veneno, resaca, perfume, violencia. Tenemos un
techo con libros y besos, tenemos el morbo, los celos, la sangre,
tenemos la niebla metida en los huesos, tenemos el lujo de no
tener hambre. Tenemos talones de Aquiles sin fondos, ropa de
domingo, ninguna bandera, nubes de verano, guerras de Macondo,
setas en noviembre, fiebre en primavera. Glorietas, revistas,
zaguanes, pistolas, "que importa", "lo siento", "hasta siempre",
"te quiero", hinchas del Atletic, gangsters de Coppola, veronica
y cuarto de Curro Romero. Tenemos el mal de la melancolia, la sed
y la rabia, el ruido y las nueces, tenemos el agua y dos veces al
dia el santo milagro del pan y los peces. Tenemos Lolitas,
tenemos donjuanes; Lennon y McCartney, Gardel y LePera; tenemos
horoscopos, Biblias, Coranes; ramblas en la luna, virgenes de
cera. Tenemos naufragios soniados en playas de islotes sin
nombre ni ley ni rutina, tenemos heridas, tenemos medallas,
laureles de gloria, coronas de espinas. Tenemos caprichos,
muniecas inflables, angeles caidos, barquitos de vela,
pobres exquisitos, ricos miserables, ratoncitos Perez, dolores de
muelas. Tenemos proyectos que se marchitaron, crimenes perfectos
que no cometimos, retratos de novias que nos olvidaron
y un alma en oferta que nunca vendimos. Tenemos poetas, colgados,
canallas, Quijotes y Sanchos, Babel y Sadoma, abuelos que siempre
ganaban batallas, caminos que nunca llevaban a Roma.

Mas de cien palabras, mas de cien motivos para no cortarse de
un tajo las venas, mas de cien pupilas donde vernos vivos,
mas de cien mentiras que valen la pena.