
Lucrecia y Rigoberto
Cuando las almas van enredadas no hay más
que un mar de pasión
van enlazadas, acariciadas y no hay más
que el olor de su amor
Me gustas tú, Rigoberto, y tú y tú, pero
por encima de todas tus otras cosas, me gustan
tus orejas voladoras
Entre dos almas enamoradas sólo hay
juegos de seducción...
Ven juntito a mí que te quiero besar
ven juntito a mí no te arrepentirás
ven juntito a mí tu lengüita, he de acariciar
y si me dejas iré más lejos, ya verás
Puedo ver que en amor el inicio tiene tanto placer
Ven juntito a mí que te quiero besar
ven juntito a mí no te arrepentirás
ven juntito a mí tu lengüita, he de acariciar
y si me dejas iré más lejos, ya verás
y si me dejas iré más lejos, ya verás
y si me dejas iré más lejos, ya verás