Tascas de camaleón
Mi espalda quedó demorada,
mi espina cada vez más clavada.
El martillo que puso en su lugar a este clavo
no me presta su parte de atrás.
Todas las casas saben igual.
Todas las cuevas tienen distinto sabor,
calor, salto desprovisto.
Vivo en lupanares, tascas de camaleón.
Ya que hablamos de lo mismo
Ya que hablamos de lo mismo
Y ya que hablamos de lo mismo,
también puedo cambiar de color,
de aspecto, de hedor y de semblante.
Una ballena, un erizo, un elefante.
En vano quiero ser uno y yo. ¡Pero no!
¡Yo tampoco soy!
Sólo soñé el mundo como vos lo soñaste.
Tascas de camaleón
¡Tascas de camaleón!
