Tu vieja ventana
He traído del campo estas flores que ayer
Arrancaron mis manos con gran frenesí.
Porque quiero tenerte contenta, mujer,
Y mostrarte que yo moriría por ti.
Si una intérprete fueras entonces,
Sentirías igual que yo siento
Un amor tan extraño y tan dulce
Que al no realizarse sería un infierno.
Asomá tu carita y no me hagas sufrir,
Te lo pido por lo que más quieras, mi amor,
Que al no verte sería capaz de morir,
De cariño, quizá, o de extraño dolor.
Los culpables han sido tus ojos
Y tus labios tus cómplices fueron,
Que me tienen igual que a un esclavo
Y soy, si se quiere, tu fiel prisionero.