
La que camina
no le bastaron los cálidos valles del África ardiente
no le bastaron la rama del árbol la vida frugal
alzó los brazos se puso a dos patas y muy lentamente
la que camina echó a andar
no le bastaron las pocas semillas la fruta incipiente
no le bastaron las amplias llanuras la vida fluvial
sobreviviendo cruzó los estrechos llegó al continente
y no dejó de buscar
cruzó la sabana los prados los montes
los ríos las simas
la que camina
pasaron los meses los años los hijos
los bosques las vidas
la que camina
no les bastaron sus manos sus ojos que miran al frente
en otros brazos guardó sus abrazos y en su caminar
fue descubriendo lugares caminos venciendo a la muerte
durmió al calor de un hogar
Autor(es): Pedro Guerra