Víctor Heredia

Domingo de guardar


Imprimir canciónEnviar corrección de la canciónEnviar canción nuevafacebooktwitterwhatsapp

Se puso el gorro y se caló
la lluvia hasta el ombligo y fue,
cantando un tango juguetón
sobre los charcos como un rey.
Los ojos viejos y el sabor
del mate bajo el esternón.

Y compartió su soledad
de Mataderos a Liniers.
Un colectivo de cristal,
le devolvió el amanecer.
Y entre el sudor de los demás
sudó su propia realidad.

Y se olvidó de recordar
que era domingo de guardar.
Se demoró para comprar
el diario frente a la estación.
Abrió la página central
y sin leer, leyó, leyó.

Las humillaciones,
los ciegos dolores,
¿adónde habrán ido
los caros amigos?
Qué solos que estamos,
aprieta mi mano.


Como si fuese lunes fue
a la oficina y se sentó
frente a la máquina, el papel,
y conectó el ventilador.
Y en carcajadas se rompió,
como de vidrio reventó.

Porque olvidó de recordar
que era domingo de guardar.
Quedó en la mesa como un buey
de bruces sobre el borrador.
Riéndose, llorándose,
la soledad, la desazón.


Autor(es): Víctor Heredia