
Esta mañana llueve
Llueve.
Algo se ha roto en la mañana.
Llueve.
El aire ha suspendido nuestras voces.
Llueve.
Atrás, entre los cerros, huele a menta.
Cómo poder decir
que esta mañana he muerto.
Cómo poder decir
que lo he perdido todo
detrás de tu sonrisa;
mientras afuera llueve,
y en este corazón que sufre
llueve y llueve.
Y aquí, junto a este mismo ventanal,
fuimos dos niños sin saber,
filosofando sobre Dios, o de política o del pan,
leyendo a Armando, a Nicolás,
oliendo a sol y a claridad
por ese mundo que los dos
queremos ver en libertad.
Quiero soñar que este papel
donde has escrito que te vas,
es una broma y que vendrás
cubriéndote con mi gabán,
que doblarás el palomar
y desde aquí yo te veré
ya sin aliento, por correr
para que no se moje el pan.
Llueve.
Algo se ha roto en la mañana.
Llueve.
El valle verde apenas se divisa.
Llueve.
Los árboles de golpe están lloviendo,
las piedras del camino, el viento...
Llueve.
Autor(es): Víctor Heredia