
Taki Ongoy
¿Dónde están nuestros hijos ahora?
¿Qué viento los barrió?
¿Dónde nuestros maizales de oro
meciéndose en el sol?
¿Qué fue de nuestras huacas sagradas?
¿Qué fue de nuestra paz?
Lloro por Titicaca
y la luz amada de Pachacamac.
Digo “Taki Ongoy”
y sueño un camino:
Viracocha entenderá
cuánto dolor encierra mi corazón.
Grito “Taki Ongoy”
y preparo mis armas:
Manco Inca sonreirá.
Las flores en los valles revivirán.
Habrá en sus ojos tal regocijo,
tanta felicidad,
que nuestras almas de las estrellas
al mundo bajarán.
Y en Machu Picchu, ciudad sagrada,
se corporeizarán:
aztecas, mayas, incas, chimúes,
convocarán al sol.
Este es el día del año justo.
Ya terminó el dolor.
Vengo a cantarles la profecía:
el indio no murió.
Autor(es): Víctor Heredia