
Lo maté porque era mío
Me deslumbró una luz
como en una aparición
de una virgen o un santo.
En un instante reviví
lo que me has hecho sufrir
por amarte tanto.
No oía tu voz
sólo podía ver
tus ojos de cordero
incapaces de creer
tanta locura letal
encerrada en un “te quiero”.
El cuchillo del pan hizo una genuflexión
y tu sangre fue sangre de redención
tu inmovilidad te hacía mío.
Lo maté porque era mío
Lo maté porque era mío.
Tus labios besaban
como si la última vez
llegase con retraso.
Spot de “Porcelanosa”
amor en la baldosa
sexo del fracaso.
Mirando tu rostro en paz
no sé el tiempo que pasó
hasta que ellos llegaron.
Me cosían a preguntas
el cuchillo en mi mano
manchas de sangre en mi blusa.
Me dejaron fumar
pero sin desenfocar
ese sol de mis ojos.
Me querían regalar
la falsa impunidad
que se les da a los locos.
Autor(es): Enric Hernàez