Circo
La noche lo despertó, un disparo en la ciudad,
sintió por dentro que algo andaba muy mal.
Y salió sin vacilar a enfrentar la situación,
presentía que no iba a regresar.
Y caminaba, recorría, de los juzgados hasta la comisaría,
y expresaba, repetía, su angustia en la televisión.
La noche lo abrazó, la ciudad lo envolvió,
descubrió un mundo que creía de fantasías.
Un gran cuento de terror, una historia sin control,
una carrera sin llegada y sin partida.
Y caminaba, recorría, de los juzgados hasta la comisaría,
y expresaba, repetía, su angustia en la televisión.
Oh, no, no, no, no, no,
son los fantasmas del desaparecido,
no, no, no, no, no, no,
somos fantasmas en busca de un dios.
Buscando una explicación, un motivo, una razón,
pasó sus días masticando porquerías
y en las calles caminó, en las plazas se plantó,
la respuesta a su dolor no aparecía.
Y caminaba, recorría, de los juzgados hasta la comisaría,
y expresaba, repetía, su angustia en la televisión.
Oh, no, no, no, no, no,
son los fantasmas del desaparecido,
no, no, no, no, no, no,
somos fantasmas en busca de un dios.
No estamos solos, estoy contigo,
esta es la guerra, este es tu enemigo.
No estamos solos, estoy contigo,
esta es la guerra, este es tu enemigo.
Oh, no, no, no, no, no,
son los fantasmas del desaparecido,
no, no, no, no, no, no,
somos fantasmas en busca de un dios.
