Cecilia Toussaint

Amantes


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Es la mera madrugada
van corriendo dos y paran
solo por volverse a ver.

De vigilia poseidos
por la luna enloquesido
¿Quien los puede detener?

Y la noche complacida
los esconde, los cobijas
y no deja amanecer.

Es la hora mas temida
porque en cuanto
llegue el dia
no habra nada...
nada que temer.

Hay un lugar, hay uno,
hay solamente uno para dos.
Si para ser nocturno
no basta ser un diurno sino dos.

Y se ven, se ven,
luego se van mezclando.
Y se ven, se ven,
a la oscuridad entrando.

Calla la luna, calla
sale el sol.
Calla la luna, calla
sale el sol.

Y la noche complacida
los esconde, los cobijas
y no deja amanecer.

Es la hora mas temida
porque en cuanto
llegue el dia
no habra nada que temer.

Hay un lugar, hay uno,
hay solamente uno para dos.
Si para ser nocturno
no basta ser un diurno sino dos.

Y se ven, se ven,
luego se van mezclando.
Y se ven, se ven,
a la oscuridad entrando.

Calla la luna, calla
sale el sol.
Calla la luna, calla
sale el sol.