
La Lluvia Proseguía
¡Te quiero!, me dijiste,
y la flor de tu mano
puso un arpegio triste
sobre el viejo piano.
En la ventana oscura
la lluvia sonreía
tamboril de dulzura
con melancolía.
¿Me querrías tú lo mismo?
En tu voz apagada,
hubo un dulce lirismo
de magnolia tronchada.
La lluvia, proseguía
llamando en la ventana
con una melodía
antigua de pavana.
La lluvia proseguía
llorando en los cristales,
cortina de agonía
guadaña de rosales, de rosales, de rosales---
¡Para toda la vida!
te dije sonriente
y una estrella encendida
te iluminó la frente.
Después, casi llorando,
yo te dije te quiero
y me quedé mirando
tus pupilas de acero.
¡Para toda la vida!
dijiste sonriente
y una duda escondida
me atravesó la frente.
El agüita nos cura,
la lluvia proseguía
rimando su amargura
con la amargura mía.
La lluvia proseguía
llamando en los cristales,
cortina de agonía
guadaña de rosales, de rosales
La lluvia proseguía
llamando en la ventana
con una melodía
antigua de pavana.
La lluvia proseguía
llamando en los cristales,
cortina de agonía
guadaña de rosales, de rosales, de rosales...
¡Te quiero!. me dijiste....