Tres billones de latidos
Ha llegado el día en el que me siento
capaz de apagar el sol con un solo movimiento.
Con mi euforia y mi decisión,
me convierto en un semidiós.
Masticar aceras, comer edificios,
tragarme los rayos de luz y escupirlos con extrema lentitud.
Oigo mi cerebro vibrar,
noto los colores rebotar.
Tres billones de latidos,
todos los que puedo vivir,
se han concentrado por fin
en un nuevo día feliz.
Beberme el océano de un solo trago,
zamparme las nubes y los claros, sólo necesito un buen bocado.
Mi ambición no conoce fin,
soy inmortal y quiero morir.
Tres billones de latidos,
todos los que puedo vivir,
se han concentrado por fin
en un nuevo día feliz.
Tres billones de latidos ...
