
Alfonso
Aquellas tardes de sábado y primavera,
Alfonso, eran impagables.
Quedábamos siempre en tu casa
alrededor de las seis;
aquel piso castizo y lírico
de Francisco de Ricci.
Sonaba, de Leonard Cohen,
"Suzanne", al final del pasillo eterno.
Tu pequeña hermana Lourdes
cortaba el pelo a tu padre;
ilustre teólogo, ex dominico,
apóstata y filósofo.
"De formali constitutivo
personarum in divinis".
Hasta siempre querido Alfonso,
te echaremos de menos.
Cuidarán de ti, Alfonso,
las caracolas de Punta Umbría
y tu querida Matuka
bajo las olas de Isla Cristina.
Se acabó el miedo y la sospecha,
el daño y la irreparable herida
porque vuelves al mar y a la sal
que te dio la vida.
"Quosque tandem Catilina abutere
patientia nostra".
Gloria a ti, Alfonso amigo,
Ildefonso hermano.
Cuidarán de ti, Alfonso,
las caracolas de Punta Umbría
y tu querida Matuka
bajo las olas de Isla Cristina.