
Cuatro Gotas
Sombras en la noche
y entre cada copa alguna mirada.
Labios de televisión
y como tu madre alta y delgada.
Me acerco hacia ti,
no debo seguir,
no vaya a ser
que luego sea un sueño
sin salida.
Más o menos son las tres
y en ésta fiesta no pasa nada.
No sé si cortar aquí,
a tu alrededor hay una alambrada.
Quisiera probar,
llegar hasta ti,
llevarte en mi biscuter
a una playa de Agadir.
Cuatro gotas sobre Madrid,
esperando en el balcón.
Un paraguas y un para ti,
quise hacerte una canción.
Debe ser el invierno que viene.
Son más de las cinco
y en ésta casa no cabe un alfiler.
Cazos de sangría
como los vampiros hasta el amanecer.
Y yo en el balcón,
mirándote a ti,
pegado a la baldosa
como un pobre maniquí.
Cómo pasa el tiempo,
cuando de repente me das la mano.
Suenan las campanas
y por los tejados pasa el verano.
Hablamos de toros,
de alguna manía.
Se acercan dos moscones
para hacernos compañía.
Cuatro gotas sobre Madrid,
esperando en el balcón.
Un paraguas y un para ti,
quise hacerte una canción.
Debe ser el invierno que viene.
Lo que pasa es que
a veces conviene.
Van a dar las siete
y en ésta fiesta de bote en bote.
Bailan como simios
y en la cocina está el del bigote.
No sé si seguir,
me voy a dormir,
me temo que no encuentre
una ocasión más oportuna.
Me voy solo y sin saber,
si volveré algún día a quererte.
Eres una estrella más
del televisor que no me divierte.
Vivir para ver,
mejor o peor,
acaso nos faltó valor
para empezar de nuevo.
Cuatro gotas sobre Madrid,
esperando en el balcón.
Un paraguas y un para ti,
quise hacerte una canción.
Debe ser el invierno que viene.
Lo que pasa es que a veces conviene.
Lo que no es de verdad no se tiene.
Y es que a veces
se endurece el corazón.
Sombras en la noche
y a tu alrededor hay una alambrada.