Melancolía
Se prende la tarde,
se aviva la hoguera,
la llama se agita,
como una bandera,
se estrella la noche,
se apaga otro día,
se enciende de nuevo
la melancolía.
Hay gente que vive
sin pena ni gloria,
no aprecia el presente,
no tiene memoria,
está como ausente,
sin alma, vacía,
un caso evidente
de melancolía.
El sol imponente
viene por levante,
calienta el ambiente
y es estimulante,
se va por poniente
y como cada día,
dejando un ocaso
de melancolía.
La luna refleja
la lenta agonía,
del sol que se pierde
por el firmamento,
dejando la vida
tan sólo un momento,
con un sentimiento
de melancolía.
La noche se estrella
nostálgica y fría,
se acopla en la cama,
se mete en la vena,
revuelve la mente,
la propia y la ajena,
dejando una escena
de melancolía.
La vida es un pozo
de sabiduría,
no hay nada más bello
que el conocimiento,
no tiene sentido
que de aburrimiento,
te invada el hastío
y la melancolía.
