
Tanguillo De La Guapa De Cádiz
Desde luego hay que vé el escándalo tan grande que han formao. Pero bueno, se puede sabé por qué se ha formao zafarrancho tan disparatao sin vení a qué y esta guerra mora sin darme cuarté(l) desde el punto y hora que puse los pies en la capitá(l).
Donde reina una gracia tan fina, que hasta las gallinas creo que ponen los huevos con sal; yo es verdá que buscaba coquinas, y fui pobre de nativitate, y he vendío caballas, sardinas, pimientos, tomates, vendía quincalla, tabaco, aguardiente, y a las niñas que van a la playa con sus pretendientes, cuando estaban diciéndose versos y cantándose el vals de las olas iba yo y me zampaba el almuerzo de las cacerolas, sí señores, la tromba marina, quince años y un hambre canina, figúrese usté.
Pero ahora me sobra el parné y cambia la cosa y en El Puerto, Sanlúcar y Jerez me llaman hermosa y en Cádi(z) "La Guapa" y los hombres me tiran la capa diciendo ¡bonita!, y a Doña Lupita no le dan ni café con zurrapa, porque tiene la lengua mu floja, porque está contra mí echando chispas, porque sabe que donde la coja me la siento en un nío de avispas.
Dale ahí, dale ahí, dale ahí, ¡hay que ver lo que dicen de ti!
Ya lo sé, como Pepa Jarama, que me llama la Peste Amarilla, la gachí que funguela a mojama por la rabailla y me voy a acordar de la mama que le dio la primera papilla; y Doña Belén, mal tiro le den, que asegura con tó su(s) reaño(s) que tengo un apaño que vive en Bailén como un ermitaño, porque cumple en enero cien años y lo trato mu requetebién con el
pensamiento de llevármelo un día a Jaén a hacer testamento pa adueñarme de to lo que tiene y a la vuelta en un cruce de trenes tirarlo a la vía.
Eso dice, eso dice la tía...
Y la de Zapata que me pone defectos a mí, con esa nariz que es una alcayata, que cuando se suena llena a Caí de polvo y arena; y diciendo que si mi espetera, que si mi vestío, que el glasé de mis porta caderas va a dá un estallío.
Que lo dio, que lo dio, que lo dio, cuanto más alboroto mejor.
Pues verán ustedes Doña Bibiana, que está siempre asomá a la ventana tomando café, con los pelos igual que un erizo y a Paco el mestizo le dijo anteayer que yo tengo abultao el escote del caparazón, porque voy de algodón y pelote, que mi cuerpo parece un colchón; ella sí, que de arriba y abajo le salen colgajos y unos redondeles, que ya dicen que son de manteca, y se mete los pisapapeles de la biblioteca. Y decí que yo llevo postizo comprobarlo tenéis mi permiso, pasarme la mano, vamo(s) a vé si encontrái(s) miraguano, serrín o viruta; que me toque una mano inocente: mil peseta(s) al que me discuta que to esto no es carne valiente v ahora mismo lo vamo(s) a vé.
A la una, a las dos y a las tres
Pues mirá qué ramito de flores en paños menores es gloria de Cai, y en tocanta relleno nanai, que aquí no hay engaño, y a propios y extraños le digo y no miento, con permiso del ayuntamiento, en qué tierras hay un maniquí, ni en qué exposición, mirándome a mí, no le gana este cuerpo el tirón a Japón, a London y a Madrid, que no llevo tolondros de goma, que soy de biscuit, y por guapa me tiran palomas en Cadi(z) y en Roma. Arsa y toma, que toma, que toma, y en París, y en París, y en París, que es carne membrillo, que no es aserrín.