
Tristeza
No me reclame, niño,
si lo abandono;
que peleo a la vida
por usted., tesoro.
No me reclame, niño,
si me demoro.
¡Ay, qué camino
tan desparejo:
la angustia cerca       Estribillo
y mi niño lejos!
No me pregunte, niño,
¿por qué mi llanto?
¿Qué he de hacer, si la vida
me reclama tanto?
Duerma no más su sueño,
que yo lo tapo.
Estribillo 
Solcito del camino,
pégale fuerte,
que saldré con mi niño
a juntar caricias.
Me vestiré de padre,
con sus sonrisas.








