Abriendo La Memoria
Por las ventanas, la luz del día
se abría paso en las cortinas,
abiertos ya tus ojos y el reloj.
Abriendo el grifo de aquella tina
te abres los poros y en la cocina
en vez de un solo vaso encuentras dos.
Abiertas las botellas de cervezas en la mesa
sirviendo de testigos de excepción,
abriendo la memoria ves facturas de promesas
y no recuerdas quien te las firmó.
Abiertas ya las dudas por saber quien te ha querido,
abriendo un expediente el corazón.
Abiertas las fronteras que te alejan del olvido
decides recordar lo que pasó.
Haciendo regresiones te tropiezas con la risa
que ayer se fabricaba entre los dos.
Recuerdas que ayer noche te envolviste en una brisa
cogiendo el resfriado del amor
y estornudaste ganas de saber quien vino ayer
y de madrugada se marchó,
ganas de entender por qué se fue
sin ponerle un rostro al corazón.
Abriste sucursales de memoria en el salón,
en busca de su pie barriste el suelo,
te hiciste un perfume con los rastros de su olor
hallando alguna pista en el desierto.
Usando su silueta dibujada en el colchón
te hiciste una idea de su cuerpo.
Dejar la puerta abierta te mantiene la ilusión
de verla disfrazada de regreso.
