Existen Otros
Llegando a casa
después de trabajar sin mucho afán,
la cerradura esconde tras de sí la oscuridad
y el dormitorio expulsa aromas,
sobre la mesa lo que hiciste de cenar.
Andas durmiendo,
observo inerte tu roncar.
Dudo que el tiempo
permita que pernocte en tu soñar,
hoy de mañana
me preguntabas si existe otra
y yo me supe desmarcar.
Buscando frases
diseño varias formas de afrontar
el triste trance de vernos
tú en New York y yo en Bagdad.
Tu anatomía ya no es poesía
pues ya no riman nuestras voces al cantar.
Nos trasladamos a esta casa
con la ilusión de convivir
y el poco tiempo que nos vemos
lo malgastamos en fingir.
¿Qué nos pasó?.
Al día siguiente
insiste en preguntarme sin saber
que soy consciente
de que ella la conoce más que bien,
pues esa otra es ella misma,
aquella niña de la cual me enamoré.
La que mordía mi manzana
sin preocuparse del sabor,
la que afirmaba que la cama
es para vuelos sin motor,
la que eras antes de afiliarte
a la costumbre de existir.
Probablemente estén de viaje
la que tú fuiste y el que fui
en una luna de miel
.
Existen otros
