María Toledo

María La Portuguesa


Imprimir canciónEnviar corrección de la canciónEnviar canción nuevafacebooktwitterwhatsapp


En las noches de luna y clavel
de Ayamonte hasta Villareal
sin rumbo por el rio,
entre suspiros
una canción viene y va.

Que la canta María
al querer de un andaluz.
María es la alegría,
y es la agonía
que tiene el sur.

Que conoció a ese hombre en una noche
de vino verde y calor
y entre palmas y fandangos
la fue enredando,
le trastornó el corazón.

Y en las playas de isla
se perdieron los dos
donde rompen las olas,
besó su boca
y se entregó.

Ay, María la portuguesa
desde Ayamonte hasta Faro
se oye este fado por las tabernas
donde bebe viño amargo
porque canta con tristeza
porque esos ojos cerrados
por un amor desgraciado,
por eso canta,
ay, por eso pena.

Dicen que fue el te quiero de un marinero,
razón de su padecer
que en una noche en los barcos
de contrabando,
p'al langostino se fue.

Y en las sombras del rio,
un disparo sonó.
Y de aquel sufrimiento,
nació el lamento
de esta canción.

Ay, María la portuguesa
desde Ayamonte hasta Faro
se oye este fado por las tabernas
donde bebe viño amargo
porque canta con tristeza
porque esos ojos cerrados
por un amor desgraciado,
por eso canta,
ay, por eso pena.

¡Fado! que me faltan sus ojos
¡Fado! porque me falta su boca
¡Fado! porque se fue por el rio
¡Fado! porque se fue con la sombra.
Ay, ¡Fado! que me faltan sus ojos
¡Fado! porque me falta su boca
¡Fado! porque se fue por el rio
¡Fado! porque se fue con la sombra.
Y parece que tú andas diciendo
que no, andas diciendo
aquí tienes mi canción.
Y tu mirada no se me clava
porque tú no tienes savia
pa ponerle...
Ay, ay, ay, ay, ay.