Miguel Ríos

Una Siesta Atómica


Imprimir canciónEnviar corrección de la canciónEnviar canción nuevafacebooktwitterwhatsapp


En la huerta atómica
me siento con el cambio a conversar,
me informa de la situación.

Del peligro atómico
y de la paranoya nacional:
el miedo a tanta libertad.
De pronto, bajo el sol,
cuatro tiburones a propulsión.
jugando van al enemigo.

Me pregunté
si mientras juegan
gozando con volar
se llegan a olvidar del tiempo,
en que volar
ya no era un juego.
¿Recuerdas Vietnam
y el tacto frío de la muerte?.

Gran exhibición:
parábolas, escorzos, polución,
de parte del vecino atómico.

Con resignación
aguanto la periódica irrupción.
Me cortan con sus ejercicios.

Todo en un flash
intermitente,
y el campo con su voz
sugiere detener el tiempo,
junto a la flor,
sobre la hierba
la siesta dormiré
que luego ya será otro día.