
Palabras De Doña Mamerta
Todos volamos del rancho,
la estancia nos abrió puerta,
y en lo de doña Mamerta
al volver desensillamos,
y nunca tarde llegamos
sin encontrarla despierta.
Las veces que me habrá dicho:
"No lleve armas mi "Chirao",
no grite dende el montao,
nunca dentre a una reunión,
déle a su madre el facón,
no ande peliando chupao.
Abajo de un paraisal
en el rigor del verano,
me puso al hombro la mano,
me tamboreó la cabeza,
mientras me decía: "no es esa
la conduta del cristiano".
"Dende chiquito a sufrido
y ese es destino de criollo,
el gringo lo tuvo ´e pollo
rempujando la mancera,
y su mama que es cuadrera,
conoce el flete ´el embrollo.
"En esta depositada
perdimos m´hijo la apuesta;
hay que repechar la cuesta
-se lo dice una entrerriana-,
aunque el sol de la mañana
lo obligue a bajar la cresta.
"Cuando usté era muy gurí,
le prendí juego a su orgullo,
y áura que ya está en capullo
tengo miedo, hijo querido,
qu´el sable ´e cualquier jodido
lo estaquee entre los yuyos.
"Sea amigo de sus amigos
y ante extraños sea callao,
sea en el trago moderao;
no hable nunca ´e sus quereres;
no les gusta a las mujeres
el hombre que es desbocao.
"No ande llorando en las malas
ni riyéndose en la güenas;
pondere tropiya ajena
y que su alegría, tapada,
rebalse desparramada
como miel en la colmena.
Lleve una rueda maneada
pá que no juyan las penas.
"Sueño, familia y amigos
pierde el hombre jugador;
tiene amarillo el color
y como avispa, clavada,
su vista, hecha a la jugada
´ta en el naipe ´el cartiador.
"Vive de noche, en lo verde
de una carpeta encerrao;
tiene el ojo colorao,
muy poca alegría en su vida,
es de muy mala bebida
pedigüeño y desconfiao.
Ser pobre y arrebatao
no es ventaja en la partida.
"Sólo le pido una cosa:
nunca se deje pegar;
aguante sin pestañar
dende el grito a la puteada,
pero a mano levantada
nunca la deje llegar.
"Tome otro mate mi Firmo,
le hablo ansí porque lo quiero;
monte a caballo el tropero,
heche su tropa adelante
y si es un hijo costante
vuelva al nido ande lo espero".
Muchos créin que solamente
madre ´e rico es consejera,
que la madre pobre, es fiera
sin ternura pá la cría.
¡Madre mía, madre mía
qué larga ha sido tu espera!