
El otro
Se despierta en la noche como un toro sin agua, amanece despierto el día en la cama
se levanta moreno de sueño sin calma y aparece en la orilla de la mañana
Mira la ciudad sin fin y sin ganas, que le propone muda una venganza
como a la pistola que le esperaba, y sin saludar se marcha de casa
El otro cristiano que hay en mi
ese que duerme en el umbral
que vive de mis sobras es un asesino
Le hago jaque mate con cuatro palabras, el se abre camino entre negras y blancas
golpeo mis puños contra sus espaldas el me mira triste y me da la manzana
Regresa por la tarde a dormir en mi alma, a conciliar un sueño imposible de manchas
se come mi carne y se bebe mi agua, me deja el vino a mi hasta mañana
El otro cristiano que hay en mi
ese que duerme en el umbral
que vive de mis sobras es un asesino