Un Hombre Nuevo
Hay un yo desconocido, que por años ha dormido,
ignorado en el fondo, de mi ser.
Le he llamado en todas partes, pero hay siempre tanto ruido,
que jamás pudo escucharme y responder.
Y ha sido aquí, a seis mil metros de altura,
donde el aire de las cumbres se hace hielo,
en un alto, en mitad de aquella ruta,
que conduce de la tierra, hasta el límite del cielo
Donde él ha aparecido, descubriéndose sin miedo,
y en mi noche siempre oscura, una luz me brilla dentro.
He vertido como un niño, blancas lágrimas de hielo,
cuando dentro de mí mismo, he sentido palpitar, un hombre nuevo.
Final: he sentido palpitar, un hombre nuevo.
Solo yo con mi silencio, escuchándome por dentro,
he podido distinguir al fin su voz.
Y el corazón, estrenando sentimientos, se sale de mi pecho y alza el vuelo,
ascendiendo por encima de la ruta,
que conduce de la tierra hasta el límite del cielo
