Al borde del abismo
Duele el ver como te vas...
Duele el ver como te vas...
Es increíble, después de tantos meses creyendo, que estabas muerto, que ya nadie jamás volvería hacer latir a este órgano de nuevo.
Cuando empezabas pensar que en vez de un corazón tenía un trozo de hierro; y en vez de sangre en mis arterias, agua pura y limpia recorría todo mi cuerpo.
Todo que rompes tú... Y el engranaje parece que funciona de nuevo.
Otra vez frágil lo mismo soy yo el mismo Dios que con un desprecio tuyo yo caigo al abismo.
Vuelvo a sentir de nuevo, vuelvo a vivir y me muevo al son de tus dulces ojos que son veneno. Eres mi musa de esta canción; amor.
Duele, duele el ver como te vas... sin saber siquiera si de nuevo yo te volveré a besar...
Duele, duele el ver como te vas... al borde del abismo, y yo sé que volverás...
Quise escribirte una carta de esas, que al terminar la guardas en el alma, después de leerla diez mil veces en tu cama y que tus lágrimas saluden al alba; darte las gracias por resucitar a este corazón perdio, herio. Por algún desprecio en su vida ha sufrio, he sido y seré transparente contigo.
Mírame, y a la cara mírame, yo sé que duele, has puesto en acto toda la seguridad que tenía en mí mismo con un simple más. Ahora estoy al borde de un abismo, creí yo mismo y que me separa de tu corazón, y a mi edad aprende que no es bueno entregarse como lo hice yo.
Duele, duele el ver como te vas... sin saber siquiera si de nuevo yo te volveré a besar...
Duele, duele el ver como te vas... al borde del abismo, y yo sé que volverás...
Duele, duele el ver como te vas... sin saber siquiera si de nuevo yo te volveré a besar...
Duele, duele el ver como te vas... al borde del abismo, y yo sé que volverás...
