Lo Mío Tiene Lo Suyo
Si he de ser agua yo me decanto
por ser agua de lluvia, pa que beban los campos,
pa la sed de los muertos, pa dar vida a los charcos,
pa que se limpien los vientos y las ramas del árbol.
Y, si he de ser fuego, no vendo humo;
de nada presumo, colecciono defectos.
Y si pinto un cielo y me da por volar,
no me tiréis a matar, que yo solito me muero;
que sé de mi fin, pero mientras tanto,
me las voy apañando pa no morir sin vivir.
Por eso, al aterrizar, a mis pies les doy cuerda
y les enseño a que muerdan a quien los quiera atar
pa que no puedan bailar en los balcones del aire,
en las verbenas del monte o en los tablaos de las calles.
Y es que lo mío tiene lo suyo;
de dios no me fío y a las fieras arrullo.
Y es que lo mío se las trae en lata;
deprisa aprendí a meter la pata,
a crecer sin agua en campos baldíos,
a saber encontrarme si me encuentro perdío,
y a caer de mis sueños y echarle güevos
pa remontar el vuelo y no darme por vencío.
¡Tiene lo suyo lo mío!
Y si decido brotar en los tejaos o en el suelo, no me queráis cortar, que yo solito me muero.
Que yo solito me muero; no me queráis cortar
porque decida brotar en los tejaos o en el suelo.
Y porque yerre al hablar no me vengáis con mordazas,
ni apedreéis mi garganta cuando me dé por cantar
en la escoba de mi bruja o en su sonrisa al mirarme,
con el silencio a las palmas y las caricias al baile.
{Estribillo}
Y no quiero cruz. Y me importa una mierda
que me pongáis riendas; yo soy un alud
de navajas abiertas, de navajas abiertas...
