
Toronto 1988
Por las calles de Toronto,
camina en triste soledad,
con sus quince años acuestas,
ha empezado a trabajar.
El tiempo es dolor,
dura lección,
Valentina ha tenido que aprender,
y el culpable está en Santiago,
apernao al sillón
que a su pueblo ha arrebatado,
con exilio y con dolor.
Por las calles de Toronto...
El culpable está en Santiago,
pretende ser senador.
Y el culpable está en Santiago,
apernado al sillón
que a su pueblo ha arrebatado,
con exilio y con dolor.