
A una hoja seca que llegó de Francia
Desprendida del árbol y la mano,
entre el aire y la nieve de otro mundo,
con tu color de sangre seca,
hueles aún a otoño y a madera,
y has venido volando sobre tantas tierras,
sobre la techumbre espumosa del océano,
para decirme al tacto con tus duras venas,
con la quebradiza red de tus arterias,
con tu forma de llama detenida en su arder mas no apagada,
que nuestro fuego vive, escondido y callado,
y que arde allá lejos y aquí cerca.
Autor(es): Georgina Hassan