
Prendí la luz
Un día me fui sin quererme ir,
un día volví sin querer volver,
escribí postales y descansé
y sin darme cuenta tiré la red.
Y vi la luz
de aquellos barcos que vienen y van
por esa línea
que yo mismo tracé en el mar.
Y desperté
con tu mirada clavada en mí.
Qué tonto fui
perder la paz por lo que piensen de mí.
Y navegué
por esas aguas que regala el mar.
Prendí la luz y vi el Titanic
de fiesta y de frac
cantando al amor
entre la arena y la sal
dispuesto a vencer
un siglo de soledad.
Autor(es): César Scicchitano Tagle